Miembros del equipo de Homo Artifex en un rodaje.
Fotografía de Juanda Cortés.
Homo Artifex estrena blog. Bajo el título The Homo Artifex Project, hemos creado un espacio donde incluir y organizar todos los proyectos desarrollados durante los últimos tres años, fundamentalmente vídeos de carácter experimental, hasta llegar a Jazz en Madrid, nuestra primera película documental. En estos momentos, ya estamos preparando dos nuevas propuestas documentales que, con suerte, podremos presentar este mismo año.
El objetivo del blog que aquí presentamos es servir de matriz para el proyecto general, una iniciativa que parte del intento de transformar los criterios de noticiabilidad de los medios de comunicación, o la manera con que los periodistas y los diferentes profesionales de la información deciden lo que es noticia y lo que no, el tratamiento que le dedican a las informaciones y también el modo en que los espectadores las reciben. En cierto sentido, Homo Artifex es un proyecto pionero, dado que son realmente escasos los trabajos de investigación sobre el sentido de los criterios de noticiabilidad, y cómo éstos afectan a la selección del material que se considera, o no, digno de recibir la atención mediática. Nuestra intención es proponer, desde las investigaciones de campo realizadas en nuestros trabajos experimentales, un nuevo modelo de medio de comunicación, completamente adaptado a Internet y a las nuevas tecnologías. Este nuevo medio habrá de concretarse en un canal de vídeo, un blog a modo de revista digital que desarrolle y amplíe los temas planteados en el canal, extendiéndose también por sí mismo a otros ámbitos, y una comunidad de usuarios que comparta los intereses e inquietudes centrales, con capacidad para participar activamente en la selección y propuesta de los contenidos.
La potencialidad y alcance del proyecto son aún difíciles de mesurar.
Para empezar, es preciso mostrar y demostrar que es posible hacer las
cosas de otra forma, que la transformación de los criterios de
noticiabilidad presenta inmensas posibilidades para explorar el
tratamiento de la información, para la creación de contenidos
completamente renovados en sus motivos y sus aspiraciones, para la
aplicación de técnicas cinematográficas al reportaje tradicional
dirigido a temas y personajes que, por lo general, no reciben atención
mediática. Frente a los criterios prefijados, que básicamente ofrecen
hechos consumados, sin entrar en explicaciones ni detalles, o bien se
limitan a indenar agenda, y en ambos casos de modo superficial cuando
no abiertamente interesado, Homo Artifex
propone un solo criterio de noticiabilidad: profundizar en el proceso de
aquello que se ha decidido contar, y contar solamente aquello que
brilla, destaca por la intensidad humana de su contenido, por el empuje,
arrojo, pasión, dedicación de las personas implicadas en el proceso. No
parece el criterio más científico jamás planteado, pero si alguien
pretendiera convencernos de la cientificidad de los criterios actuales
de los medios de comunicación, su intento estaría de antemano
francamente condenado al fracaso.
Repasemos por un momento las
categorías que tan alegremente se introducen en la sectorialización de
la realidad como "secciones" de un medio, a su vez ellas mismas
criterios de noticiablidad: política nacional, internacional, economía,
deportes, ciencia, tecnología, viajes, cultura, sociedad... En las
facultades de Ciencias de la Información aún se deja un breve resquicio a
algo así como noticias "de interés humano". ¡De interés humano! Buena
distinción es ésta, como si por principio y sin darle demasiada
importancia se extrajese de cuajo el interés humano de la política, la
economía, etc., como si no fuera, antes bien, el interés humano (homo sum, nihil humani a me alienum puto) el que hubiera de justificar el despliegue de las categorías mencionadas. Homo Artifex
quiere contar historias de interés humano que, precisamente por su
ello, se arrogan la autoridad para extenderse a los ámbitos de la
política, la economía, el deporte, la cultura... concediéndoles el
tiempo que sea preciso, y adaptando el contenido resultante a todas las
variantes posibles para que el usuario decida hasta qué punto
profundizar en la propuesta informativa ofrecida. Así, llegamos a la
cuestión de los formatos.
Pero reflejar los procesos creativos del pensamiento y su desarrollo en
la acción de las personas tenía necesariamente que dar al traste con
los viejos formatos, por lo demás ya bien desprestigiados, caducos y
obsoletos, también allí donde siguen produciendo ingentes beneficios
(televisión basura, radio fórmula, prensa rosa y, en el escalafón más
bajo, el cine de Hollywood). Es tan absurdo compartimentar la realidad
en secciones de periódico, por más que nos hayamos acostumbrado a ello,
como insistir en repetir los mismos formatos que un día abrieron las
puertas de la libertad de información, de expresión, de debate, y hoy
las están cerrando. Quizá el solo concepto de "medios de comunicación de
masas" está periclitado, y no haya más masas sino cantidades masivas de
individuos que, a lo sumo, forman conjuntos, grupos de interés,
afición, profesión, ocio. En definitiva, minorías. Homo Artifex se dirige a las minorías, sólo que a todas
las minorías, a los conjuntos más selectos, exigentes e inquietos de la
sociedad, cada uno a su manera y en su ámbito, a menudo compartiendo
maneras y ámbitos con otros conjuntos, en los que el individuo, como es
bien sabido, se siente más individuo que nunca y así se va alcanzando la
suma de lo que se conoce como sociedad, sociedad española, sociedad
europea, sociedad, por ende, occidental.
Para finalizar: si un medio de comunicación pretende recuperar
cabalmente la confianza de sus lectores, usuarios y espectadores, de
modo que sus contenidos no aparezcan sujetos a condicionantes
subterráneos ni agendas ocultas, ellos, en definitiva los ciudadanos,
pues de miembros de una civilización se trata, deben tener la opción de
participar activamente, y ejercer esta opción en efecto. Homo Artifex
permitirá y fomentará no solamente el que los usuarios aporten
propuestas temáticas al consejo editorial, que habrán de ser tenidas en
cuenta y llevadas a cabo en la medida de lo posible, sino también que
puedan publicar y compartir, en igualdad de condiciones, sus propios
contenidos.
Confiamos en que el blog que ahora presentamos,
nos permita exponer con más detenimiento y precisión las ideas que hemos
tratado de resumir, aun sabiendo que no haya resumen posible sino
exposición correcta o incorrecta, propia o impropio, auténtica o
inauténtica. Y confiamos en contar con el comentario, la crítica y la
participación de cuantos deseen hacerlo.
Logotipo diseñado por Roberto Martínez.
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